Uno de los temas de los que siempre está pendiente el país para fin de año, es el aumento del salario mínimo, lo cual termina siendo un dolor de cabeza para el Gobierno Nacional, los gremios y los trabajadores en general, ya que las expectativas para todos son distintas. Mientras los trabajadores esperan que se aumente generosa y exponencialmente su sueldo, los gremios analizan cifras macroeconómicas como la inflación, el desarrollo económico, y la productividad, para así mismo no ver afectado el equilibrio de sus empresas con este aumento en sus nóminas, argumentando que su carga tributaria es alta, teniendo en cuenta que su impuesto a la renta es del 35%. Finalmente, el Gobierno Nacional por su parte fija, una vez sea discutido el monto en la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales de forma concertada, o por decreto en caso de no llegar a un acuerdo, el salario mínimo que rige el año próximo a la discusión del mismo.
Así las cosas, para este año el salario mínimo tuvo un aumento del 12%, quedando en $1.300.000, el cual incluye un monto de $162.000 de auxilio de transporte, para un total de $1.462.000, siendo emitido mediante decreto del Gobierno Nacional el pasado 30 de diciembre.
Si bien en este párrafo quedaría claro cuánto gana el empleado y cuánto debe pagarle el empleador, la realidad es que hay una serie de variantes que se deben tener en cuenta tanto para el empresariado como para la clase trabajadora del país, así lo explica Jorge Andrés Arango Campos, director ejecutivo de Fenalco Capítulo Meta.
Para Arango Campos el nuevo salario mínimo tendrá un nivel de afectación a la mayoría del empresariado, sobre todo para las Mipymes, es decir, especialmente esas micro y pequeñas empresas que son las que seguramente más esfuerzo tendrán que hacer para pagar este incremento, y además las que más cuentan con personas empleadas con un salario mínimo. “Por supuesto que va a golpear a más del 96% de ese tipo de empresas en el Meta, ya que corresponden al gran tejido empresarial del departamento”, explicó.
El director destacó que lo importante es entender que, se deben buscar alternativas que den un empuje a la productividad y también generen estabilidad a los colaboradores, pues considera que normalmente se piensa en el valor del salario mínimo como una cifra quieta para trabajadores y empleadores, en este caso de $1.462.000, pero se debe tener en cuenta que lo que tiene que pagar la empresa es mucho más que eso, y lo que reciben los empleados es mucho menos, debido a unos aportes y descuentos que hacen parte de la ecuación.
En el caso del aporte a la salud que corresponde al 12,5% del ingreso mensual, el 8,5% lo paga el empleador y el 4% el trabajador. En relación con la pensión lo aportado por ley es de 16% del salario, en el que 12% lo paga la empresa, y el 4% el empleado. Si seguimos sumando, “Estamos hablando de que sería un poco más de $2.100.000 el monto real que paga una empresa por cada persona que tenga con un salario mínimo, ya que debe aportar otras tasas como: parafiscales (9%), vacaciones (4,17%), dotación, cesantías (8,33%), intereses de cesantías (1%), ARL (0,522% -Riesgo 1), y prima de servicios (8,33%). Estos son los costos reales para un empleador por tener un trabajador con salario mínimo en su nómina”, explicó Arango Campos.
El director ejecutivo indicó que si pasamos de analizar la cifra de $1.300.000 a $2.100.000 por cada empleado se hace más sensible el tema. Y, es esta la razón por la que muchas empresas caen en malas prácticas de contratación llegando a ofrecer empleo informal, y de ahí viene el riesgo para muchos trabajadores de perder los beneficios a que tienen derecho. “Entonces debemos mirar de qué forma podemos seguir incentivando esa generación de nuevos empleos a nivel nacional, y especialmente en el Meta, pero con todas las condiciones de ley”.
Por ello, explicó Arango Campos, Fenalco ha insistido permanentemente para tratar de incentivar el trabajo por horas que también serviría significativamente para flexibilizar el tema, y que las personas puedan tener más opciones de empleo. Así, se les facilitaría a las empresas ofrecer opciones de empleabilidad obviamente con las garantías formales y mejor planteado de lo que se tiene hoy en día.
El director de Fenalco Meta espera que ante este incremento del salario mínimo el empleo no se vea afectado. “Sabemos que veníamos hasta noviembre en una tasa de desempleo para Villavicencio de 10.9%, aumentando en 1.6% frente al trimestre anterior, muy por encima de la cifra nacional (9,3%). Esperemos que el incremento no signifique sumarle puntos al desempleo, y que las empresas logren mantener sus nóminas”, anotó.
/Llanoalmundo
