La mujer que participó en la interrupción de la ceremonia religiosa fue una de las voceras de la Primera Línea, en el Paro Nacional del 2021.
Aunque la irrupción de encapuchados en la Catedral Primada de Bogotá fue protagonizada por varias personas, la atención de la opinión pública se centró en Simona, la persona de capucha blanca que se puso de pie en una banca y lanzó arengas contra el Gobierno y la iglesia católica.
Aunque en un primer momento se desconocía quiénes eran los encapuchados que interrumpieron la ceremonia religiosa, la mujer reconoció la autoría del hecho a través de sus redes sociales.
“¿Paz? ¿De qué paz hablamos? Cuando olvidamos amarnos los unos a los otros. La paz del país laico de imposiciones ideológicas. El país que aniquila las esperanzas de los pueblos. Que llora la sangre de hermanas y hermanos”, escribió en un tuit en el cual adjuntó el video de la manifestación en la iglesia. Además, aseguró que se trataba del primer “performance” de un grupo conocido como Red De Artistas En Resistencia.
En efecto, desde hace varias semanas, la mujer había avisado que estaría ejecutando actos disruptivos contra distintos recintos religiosos. “Convocaremos huelgas, pintaremos paredes, gritaremos en las iglesias, en los cementerios, en las plazas, para potenciar la combatividad que caracteriza el arte”, escribió el pasado 9 de marzo a través de su cuenta de Twitter.
Su más reciente performance, sin embargo, podría ser castigado por el Código Penal. De hecho, Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, dijo que podría tratarse de los delitos de impedimento y perturbación de ceremonia religiosa y de daños o agravios a personas o cosas destinadas al culto.
“Toda persona tiene derecho a libremente a escoger y a practicar el culto de su gusto. Cuando una persona irrumpe violentamente en una ceremonia religiosa está impidiendo que las personas celebren su culto”, explicó Bernate.