Ya es muy común escuchar frases como: “está pesado”, “no hay trabajo”, “seguimos luchando”, entre muchas otras que ahora son parte del léxico de los llaneros, y por qué no, de los colombianos. Estas palabras no solo representan una reali-dad, sino que diezman la esperanza de los empresarios y trabajadores.
Hemos sido víctimas del destino, el cual queremos obviar, pero que indiscutible-mente toca afrontar.
No podemos seguir pensando que la economía se va a dinamizar de un día para otro. Debemos comenzar a reconstruirla desde el día a día, fomentando el consumo de productos locales, apoyando a las empresas que están creyendo en nuestra región, las cuales han invertido su capital en el llano, y que generan empleo para quienes habitamos este paraíso terrenal.
Es tiempo de jalonear para el mismo lado, de invertir en la región. Si el pan de arroz es patrimonio cultural inmaterial del Meta, desayunemos con pan de arroz. Compre-mos los artículos de nuestra canasta familiar a las empresas regionales, ya existe una gran variedad de productos que cumplen con las normas de sanidad y calidad.
La economía regional sólo cambiará en la medida en que apoyemos a los empre-sarios locales. Muchas empresas establecen sucursales en nuestra región, y a pesar de aportar a la economía los sueldos de quienes trabajan allí, la carga tributaria que a futuro se invertirá para mejorar la infraestructura, realizar obras, fortalecer los sectores salud y educación, entre otros. Estos recursos son llevados lejos de nuestro departamento y cance-lados donde funcionan sus sedes princi-pales.
Con la campaña “Soy del Meta, Soy Llanero”, se busca recuperar nuestra identidad regional a nivel cultural, , rescatando el folclor, a la vez, tomando conciencia de apoyar las empresas y nuevos emprendimientos.
De esta forma se da oportunidad a las personas que invierten en nuestro departamento para que crezcan finan-cieramente y generen empleos.
Como empresaria les invito a generar un mercado de valor, donde se fidelice al cliente con atención, servicio y calidad.
Como consumidora hago un llamado a creer en el talento regional, apropiémonos de la consigna: “Llanero Compra Llanero”, dejemos de lado rencillas y competencias desleales; seamos embajadores de los productos y servicios que ofrecen nuestros coterráneos que están a la altura de grandes marcas. Solo les falta nuestro ‘empujón’.
¡Apoyemos la industria regional!