Brasil confirmó este martes las dos primeras infecciones por la variante ómicron del coronavirus, detectadas en una pareja de Sao Paulo que estuvo en Sudáfrica y que suponen los dos primeros casos en el país y Latinoamérica.
Los dos casos, referentes a un hombre de 41 años y su esposa de 37, fueron confirmados tras la realización de pruebas de covid-19 y posterior secuenciación genética por el Hospital Israelita Albert Einstein, uno de los centros médicos de referencia en América Latina, según la Secretaría de Salud del Estado de Sao Paulo.
Desde este lunes esa nación había cerrado sus fronteras aéreas a viajeros procedentes de seis países de África: Sudáfrica, Botsuana, Lesoto, Namibia, Zimbabue y Esuatini (antigua Suazilandia), de acuerdo con el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira.
El viernes 26 de noviembre, Jair Bolsonaro, presidente de Brasil y uno de los gobernantes más negacionistas frente a la pandemia, llegó a rechazar el cierre de los aeropuertos del país, aunque más tarde declaró que adoptaría “medidas racionales” ante la propagación de la nueva variante.
Brasil, con sus 213 millones de habitantes, es uno de los países más golpeados por la pandemia en el mundo y acumula hasta el momento casi 615.000 muertos y 22 millones de infectados por Covid.
«Comprender el nivel de gravedad de la variante ómicron llevará de días a varias semanas. Todas las variantes de covid-19, incluida la variante delta que es dominante en todo el mundo, pueden causar una enfermedad grave o la muerte», reiteró la OMS.
En este apartado, la OMS informó que está trabajando con sus socios técnicos para comprender «el potencial impacto de esta variante en las contramedidas existentes, incluidas las vacunas».
«Las vacunas siguen siendo fundamentales para reducir las enfermedades graves y la muerte, incluso contra la variante circulante dominante, Delta. Las vacunas actuales siguen siendo eficaces contra las enfermedades graves y la muerte», recordó el organismo.
Por último, la OMS recomendó a todos los países que incluya, entre otros, la mejora de la vigilancia y la secuenciación de los casos, así como notificar casos iniciales o grupos a la OMS.
Igualmente, solicitaron «realizar investigaciones de campo y evaluaciones de laboratorio para comprender mejor si ómicron tiene diferentes características de transmisión o enfermedad, o si afecta la efectividad de las vacunas».
«Los países deben continuar implementando medidas efectivas de salud pública para reducir la circulación de covid-19 en general, utilizando un análisis de riesgo y un enfoque basado en la ciencia (…) La OMS está proporcionando a los países apoyo y orientación tanto para la preparación como para la respuesta», concluyó el organismo.