Lo que antes era una vía olvidada, hoy se ha convertido en símbolo de transformación. El barrio Ay Mi Llanura, en la comuna 5, empieza a vivir un cambio real gracias al compromiso de la Alcaldía de Villavicencio, que con esfuerzo y buena gestión está llevando obras donde durante años no se había intervenido.
El secretario de Infraestructura Municipal, Mario Castro, explicó que de acuerdo con el direccionamiento de Alexander Baquero Sanabria, alcalde de Villavicencio, se decidió atender las solicitudes de los habitantes de diversos sectores relegados en materia de infraestructura, en la capital del Meta. La zona de Ay Mi Llanura, fue una de las primeras beneficiadas en 2025. “Hicimos una integración entre todos: la Alcaldía, la Empresa de Acueducto y los desarrolladores del proyecto Terraverde. Así logramos pavimentar la calle 7, una vía de 220 metros que nunca había sido atendida y que hoy conecta Ay Mi Llanura con el Anillo Vial y los barrios vecinos”, comentó.
Esa conexión, que puede parecer pequeña, ha significado mucho para los habitantes del sector. Ahora se reducen los tiempos de desplazamiento, hay menos congestión en la avenida Maracos y, sobre todo, se empieza a sentir la presencia del Estado en una comunidad que por años esperó el progreso y que hoy responde.
Obras que nacen del esfuerzo
Estas obras no se hacen con abundancia de recursos, sino con planeación, compromiso y trabajo en equipo. El secretario Castro fue claro al referirse a las limitaciones presupuestales que enfrenta la ciudad:
“El presupuesto de inversión para 2026 es de 1.1 billones de pesos. Suena alto, pero después de cubrir educación y salud, solo quedan cerca de 170 mil millones para todas las áreas del municipio. Eso significa que debemos distribuir con mucho cuidado cada peso entre infraestructura, servicios públicos, gestión del riesgo, planeación y competitividad.”
Aún así, el funcionario destaca que el objetivo no es quejarse, sino hacer más con menos. “Nos encantaría construir más puentes o renovar muchas vías deterioradas, pero lo importante es invertir con sentido: llegar donde más se necesita y hacerlo bien”, señaló.
Más que cemento: desarrollo y bienestar
En Ay Mi Llanura no solo se pavimentan calles. La zona contará con el Parque Hungría, el futuro Centro de Tecnología de Villavicencio y nuevas redes de acueducto y alcantarillado, mejorando la calidad de vida de cientos de familias.
Seguridad, alumbrado y legalidad
De la mano con Alborada, la Alcaldía
también avanza en la modernización del alumbrado público, que mejora la seguridad vial y la percepción de tranquilidad en la comunidad.
“La instrucción del alcalde es que detrás de cada obra vial llegue la iluminación moderna. Un barrio iluminado es un barrio más seguro y con mejor convivencia”, puntualizó el secretario.
Desarrollo legal responsable
El funcionario también aprovechó para enviar un mensaje a quienes buscan vivienda o terrenos en la ciudad:
“Antes de comprar, verifiquen que los proyectos tengan licencias y folios de matrícula. Así se evita caer en urbanizaciones ilegales o en zonas de riesgo ambiental. Desarrollar de manera legal es construir futuro y proteger la vida.”
El cambio que hoy vive Ay Mi Llanura
refleja el compromiso de una admi-nistración que, pese a las limitaciones, trabaja con pasión y responsabilidad para que el progreso llegue a todos los rincones de Villavicencio,
“Porque cuando hay voluntad y unión entre la comunidad, el gobierno y los privados, las obras no solo se construyen… se sienten en el corazón de la ciudad”, expresó Castro.
/Llanoalmundo
