Reciclar y reutilizar los envases de productos de belleza que son fabricados en materiales como plástico o vidrio resulta ser una acción que, aunque parezca muy simple, sí ayuda a cuidar el medio ambiente.
Esto en el fondo es el manejo correcto de los residuos, debido a que se distancian de la basura. Es decir, tienen un valor económico (hubo una inversión para producirlos). Además, se pueden reutilizar para hacer nuevos objetos.
“Todo el material que no ha estado presente en la naturaleza será una cosa extraña para la misma y podría generar algún efecto. En el caso de los plásticos se puede producir una contaminación visual en las costas y mares; y se incorporan en los seres vivos pequeños (peces), lo cual afecta la vida animal”, explicó Mario Víctor Vázquez, profesor de la Universidad de Antioquia.
Sobre los hechos en vidrio, este material es más inerte y resistente, pero al encontrarse en algún lugar, a la deriva, puede ocasionar daños físicos o ser una fuente potencial de incendios.
“Aunque existen diferentes tipos de materiales (plásticos y vidrios),en todos los casos se requieren de cientos a miles de años para que puedan ser degradados. Para entender por qué demoran tanto, es necesario entender que no se degradan de manera autónoma, este proceso implica la participación de los microorganismos que son los que se encargan de procesar”, dijo el profesor.
Vázquez también hizo una aclaración importante sobre los conceptos. Reciclar es cuando estos envases se reincorporan al sistema productivo, mientras que cuando se habla de reutilizar hace referencia a darle una nueva función o uso alternativo a estos recipientes como construir una matera o guardar otros productos.
Si entre sus planes está separar y reciclar este tipo de envases o entregarlos al reciclador, el profesor recomienda fijarse en la base donde están los símbolos: ahí aparece un triángulo y un número que indican si es un plástico factible o no de ser reciclado, por ejemplo, también aparece en algunos el símbolo de reciclaje con dos o tres flechas.
También aconseja lavar muy bien el interior de estos recipientes para evitar que los compuestos del producto estén “rondando por ahí”: un jabón en el ambiente puede afectar la vida acuática.