Tras la captura del máximo líder del Clan del Golfo, alias «Otoniel», las autoridades de Colombia concentran sus esfuerzos en desarticular las redes de la organización narcotraficante que se extienden a 28 países en cuatro continentes, dijo este miércoles la Policía Nacional.
Dairo Antonio Úsuga, el jefe de la que es considerada como la mayor organización dedicada al tráfico de cocaína en Colombia, fue capturado por las Fuerzas Armadas a finales de octubre en una zona selvática del noroeste del país. La captura fue calificada por el Gobierno del presidente Iván Duque como el golpe más fuerte al narcotráfico en la historia reciente.
El director de la Policía Nacional, general Jorge Luis Vargas, dijo que la organización liderada por alias «Otoniel» también tiene alianzas con cinco mafias y carteles internacionales para la distribución de 20 toneladas mensuales de cocaína.
«Cinco mafias y carteles internacionales son los principales con los que trafica el Clan del Golfo: Jalisco Nueva Generación y Sinaloa en México; las mafias Calabresa y Siciliana en Italia, y las redes de los Balcanes», precisó el director de la Policía Nacional de Colombia en una conferencia de prensa.
Vargas dijo que el lavado de activos y el movimiento de las finanzas del Clan del Golfo lo venía haciendo Úsuga con empresarios de origen libanés, árabe y con algunos de Israel, aunque no reveló más detalles.
«Veintiocho países hemos identificado», aseguró Vargas al revelar que además de las rutas frecuentes a Estados Unidos a través de naciones de Centro América, la organización enviaba cargamentos de cocaína a Bélgica, España, Países Bajos, Alemania, Francia, Irlanda, Inglaterra, Italia, Albania y Ucrania en Europa.
Los tentáculos del Clan del Golfo se extendieron a Australia y a países asiáticos como Irán, China y Emiratos Árabes Unidos, aseguró Vargas.