. La Junta Directiva del Banco de la República, en su reunión de septiembre, anunció el aumento de la tasa de interés al 10 %, convirtiéndose en la más alta desde julio de 2008. Los analistas ya preveían este aumento ante la cifra de dos dígitos en la que se encuentra la inflación en los últimos meses.
Este incremento hace parte del ajuste que necesita la política monetaria para garantizar, en un mediano plazo, el retorno de la inflación a la meta del 3 %. Y es que el Banco de la República debe controlar la inflación, que actualmente se ubica en el 10,8 %. Al subir la tasa de interés, se espera disminuir la demanda de bienes y servicios por parte de las personas naturales y las empresas, disminuyendo así la inflación.
¿Cómo funciona la medida?
Recordemos que el precio se forma por ley de oferta y demanda. A mayor demanda, mayor precio. Entonces, si el costo del dinero sube, los colombianos no deberían tener tanto dinero disponible para productos y servicios, por lo que deberían disminuir la demanda y así disminuiría la inflación.
“Aunque el Banco debe controlar la inflación, no puede obligar a las empresas a que los vendan más barato sus productos, a que cobren menos. Lo que sí puede hacer, es desmotivar un poco la demanda, vía el aumento de tasas. Se supone que, si las tasas son altas, el crédito no se toma en exceso y no se genera esa demanda de bienes y servicios ‘desmedida’ que es lo que se busca evitar”, explica Iván Tunjano, docente de la Escuela de Administración y Competitividad del Politécnico Grancolombiano.
El docente agrega que: “Las tasas bajas se asocian a un crecimiento económico saludable, pero normalmente este acceso al crédito ‘barato’ hace que algunos activos puedan tener presiones de incremento de precios. Por ejemplo, cuando el crédito es muy económico y es de fácil acceso, se puede incrementar la demanda de activos como vivienda o carros, que son de alto costo para los cuales se necesita normalmente tomar un crédito y esto va a generar una presión de precios al alza”.
¿Cómo afecta esta medida el bolsillo de los colombianos?
Estas tasas impactan directamente a los bancos comerciales, ya que la cifra dada por el Banco de la República corresponde a la tasa de interés mínima que este le cobra a las entidades financieras. Pero esto significa que los bancos comerciales deben ajustar sus nuevos créditos, es decir, subir también su tasa de interés. “Va a afectar a los colombianos, porque finalmente van a tener acceso al crédito más costoso. Pero no pensemos solamente en el colombiano de a pie, también pensemos en que las empresas van a tener que financiarse a un mayor costo en caso de que lo lleguen a necesitar”, complementa el docente Tunjano.
Entre tanto, el docente Johann García, Coordinador de la Tecnología en Gestión Bancaria del Politécnico Grancolombiano explica que “esto tiene un impacto bastante negativo para los consumidores, ya que, si van a acceder a un crédito, el mayor costo ocasionado por esa tasa de interés tan elevada se reflejará a la hora de adquirir un producto o un servicio o la simple utilización de la tarjeta de crédito”.
¿Qué se espera que pase en los próximos meses?
A pesar de los incrementos en la tasa de intervención en los últimos meses, vemos cómo la inflación no ha cedido. Los expertos consideran que la tasa de interés va a subir hasta el 11 % en 2022 y que los resultados se verán muy probablemente hacia el año 2023. “Este fenómeno no es solamente a nivel Colombia, sino a nivel mundial. Los índices de inflación están desbordados casi que en todos los países. De hecho, vemos cómo la Reserva Federal de los Estados Unidos ha incrementado también su tasa con el fin de contraer un poco la inflación y evitar ese mayor endeudamiento por parte de los hogares y las empresas”, concluyó el docente Johann García.