La Fiscalía judicializó a dos personas por su presunta responsabilidad en las muertes de los perros Carpaty y Luna, en Arpía (Risaralda) y Bogotá, respectivamente.
De acuerdo con el ente acusador, Luis Alberto Durango le habría lanzado un alimento envenenado a Carpaty, el perro de su vecina, porque “ladraba mucho”.
En una cámara de seguridad se evidenció el momento en el que el hombre le dio el pedazo de comida al can y este comenzó a convulsionar inmediatamente.
Durango fue imputado por el delito de maltrato animal ante un juez de control de garantías.
Por este mismo delito fue imputada Myriam Patricia Heredia, por “mantener en pésimas condiciones de cuidado y atención” a Luna.
Según la Fiscalía, después de una visita a la residencia de Heredia en Engativá, en la capital colombiana, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal encontró a la perra con deficiencias de nutrición y salud, y con evidentes alteraciones en su comportamiento.
Posteriormente, un equipo veterinario detectó en Luna una hemorragia que no había sido atendida, y por lo cual debieron hacerle la eutanasia.