Washington movilizó tres destructores con 4.000 soldados hacia aguas cercanas a Venezuela como parte de la estrategia de Donald Trump contra carteles extranjeros (narcotráfico). México rechazó la medida y pidió respetar el principio de no intervención.
La Casa Blanca confirmó que Estados Unidos está dispuesto a «usar todo su poder» para detener el flujo de drogas hacia su territorio. Según la portavoz Karoline Leavitt, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de buques de guerra, aviones de vigilancia P-8 Poseidon y un submarino de ataque en el Caribe, en el marco de la ofensiva contra organizaciones de narcotráfico en América Latina.
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El operativo coincide con el aumento de la recompensa por la captura del mandatario venezolano, Nicolás Maduro, acusado por Washington de liderar el denominado Cartel de los Soles. La suma, que asciende a 50 millones de dólares, busca obtener información que permita detenerlo y llevarlo ante la justicia.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reaccionó con firmeza y advirtió que su país no avala ninguna acción militar extranjera en la región. “No al intervencionismo. Eso no solamente es convicción, sino que está en la Constitución”, afirmó, al conocerse que los destructores estadounidenses equipados con el sistema Aegis llegarán a aguas cercanas a Venezuela en las próximas 36 horas.




