Por: FRANKLIN MENESES SÁCHICA
Doctorante en Derecho – Docente Universitario – Experto en asuntos étnicos y culturales
La interconexión entre la flora, la fauna y las culturas indígenas ha sido una parte fundamental de la historia de la humanidad. A lo largo de los siglos, la búsqueda de conocimientos sobre las plantas y su utilidad en la vida cotidiana ha llevado a la realización de expediciones botánicas, que no solo enriquecieron nuestra comprensión de la biodiversidad, sino que también arrojaron luz sobre las sabidurías ancestrales de las culturas indígenas.
Las expediciones botánicas, a menudo lideradas por científicos y exploradores europeos en los siglos XVIII y XIX, tenían como objetivo principal la recolección y el estudio de plantas desconocidas o poco documentadas. Estas expediciones llevaron a la identificación de numerosas especies de plantas, muchas de las cuales se han convertido en elementos esenciales de la agricultura, la medicina y la industria.
Una de las contribuciones más importantes de las expediciones botánicas a la comprensión de las culturas indígenas fue el descubrimiento y la documentación de la relación profunda entre estas comunidades y las plantas que las rodeaban. Los científicos que participaron en estas expediciones recopilaron información sobre el uso medicinal, ritual y cultural de plantas por parte de las poblaciones indígenas. Esta documentación no solo aumentó nuestro conocimiento sobre la diversidad de plantas, sino que también ayudó a preservar las prácticas tradicionales y conocimientos ancestrales de estas culturas.
El Valor de la Etnobotánica
La etnobotánica, una rama de la ciencia que se desarrolló a partir de las expediciones botánicas, se centra en el estudio de las relaciones entre las plantas y las culturas humanas. La etnobotánica ha permitido a los investigadores profundizar en la comprensión de cómo las plantas han desempeñado un papel fundamental en la supervivencia y el bienestar de las comunidades indígenas. Desde la alimentación hasta la medicina y la espiritualidad, las plantas han sido y siguen siendo esenciales para muchas culturas indígenas en todo el mundo.
La comprensión de la importancia de las plantas en la vida de las culturas indígenas también ha llevado a un mayor respeto por estas tradiciones y a la promoción de prácticas de conservación sostenibles. Muchas de las plantas identificadas en expediciones botánicas han demostrado ser vulnerables o en peligro, lo que ha impulsado esfuerzos para protegerlas y preservar sus hábitats, en consonancia con las creencias y prácticas de las comunidades indígenas.
La importancia de la expedición botánica de Mutis para comprender hoy a las culturas indígenas
La Expedición Botánica de Mutis, liderada por el científico español José Celestino Mutis a finales del siglo XVIII en el Virreinato de la Nueva Granada (hoy nuestra querida Colombia), es un hito histórico que trasciende su importancia en el campo de la botánica y tiene un valor significativo en la comprensión de las culturas indígenas de la región, incluso en la actualidad.
La expedición, que tuvo lugar entre 1783 y 1813, tuvo como objetivo principal estudiar y catalogar la rica biodiversidad de la zona. Aunque no fue una iniciativa directamente centrada en la interacción con las culturas indígenas, se convirtió en un instrumento invaluable para el conocimiento y la apreciación de la relación entre estas culturas y su entorno natural.
El equipo explorador inicialmente estuvo conformado por un grupo selecto de científicos y artistas entre europeos y criollos, así como se destaca la notable participación desde la catedra Rosarina y Tomística muy propios de la época en donde nombres como Francisco José de Caldas, Sinforoso Mutis, Francisco Antonio Zea, Jorge Tadeo Lozano, Vicente Albán y Salvador Rizo posteriormente harían parte en sucesos que llevarían a la transformación de los procesos que abrirían paso a la Independencia de España.
A medida que Mutis y su equipo exploraban la geografía de la Nueva Granada, recopilaron datos no solo sobre las plantas, sino también sobre las prácticas indígenas relacionadas con la flora. Este registro de conocimientos indígenas incluyó cómo las poblaciones nativas utilizaban las plantas en la medicina tradicional, la alimentación, la construcción y en rituales espirituales.
La Expedición Botánica de Mutis documentó no solo las plantas, sino también las costumbres y modos de vida de las poblaciones indígenas con las que interactuaron durante su travesía. Estos registros culturales proporcionan una visión valiosa de las tradiciones, creencias y prácticas cotidianas de los pueblos indígenas que habitaron la región en ese momento. La comprensión de cómo las plantas desempeñan un papel esencial en la vida de estas comunidades sigue siendo vital para abordar cuestiones contemporáneas como la conservación de la biodiversidad, la promoción de prácticas sostenibles y el respeto por las tradiciones indígenas.
Hoy en día, los datos recopilados por Mutis y su equipo son un recurso valioso para la comprensión y preservación de las culturas indígenas en Colombia y en otras partes de América Latina. La información sobre las plantas y su uso tradicional sigue siendo relevante para las comunidades indígenas, que a menudo siguen dependiendo de estas especies para su subsistencia y para mantener sus prácticas culturales.
Quizás la lección que podemos extraer es que el estudio y el respeto de la interacción entre las culturas indígenas y su entorno natural son esenciales para un futuro sostenible y enriquecedor para todos ese quizás es el punto de partida para creer en ese realismo mágico lleno de aventuras como lo describe Gabo en su obra Cien años de soledad, el mundo lleno de leyendas, el maravilloso mundo que se lleva en la sangre así como la tierra llama nuevamente a retomar aquello mítico y mistagógico en lo que muy pocos creen, “la Expedición”.