El máximo responsable de las Naciones Unidas destaca que ese tipo de discriminación afecta todos los países, destruye las democracias y deteriora a los gobiernos. António Guterres llama a todos los Estados miembros a adoptar medidas concretas para combatir el racismo tanto a nivel nacional como mundial.
El racismo continúa envenenando las instituciones, las estructuras sociales y la vida cotidiana en todas las sociedades, afirmó este viernes el Secretario General de la ONU en la Asamblea General.
En un evento por el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, que se celebra oficialmente el próximo lunes, António Guterres destacó que esta ideología continúa siendo el “motor permanente de la desigualdad” y que “continúa negando a las personas sus derechos humanos fundamentales”.
“Desestabiliza las sociedades, socava las democracias, erosiona la legitimidad de los gobiernos y obstaculiza una recuperación inclusiva y sostenible de la COVID-19”, destacó y añadió que también es “un elemento catalizador del discurso público que normaliza el odio, niega la dignidad y estimula la violencia”.
Un flagelo que además se encuentra inequívocamente ligado a la desigualdad de género que se materializa en la discriminación que sufren las mujeres de color y los grupos minoritarios.
“Ningún país es inmune a la intolerancia, ni está libre del odio. Los africanos y los afrodescendientes, los asiáticos y los afrodescendientes, las comunidades minoritarias, los pueblos indígenas, los migrantes, los refugiados y tantos otros, siguen enfrentándose a la estigmatización, la búsqueda de chivos expiatorios, la discriminación y la violencia”, resaltó.