Con tan solo 18 años, Juan David Amaya -JDA-, fue incluido por la revista Forbes en la lista “30 under 30” en la categoría de liderazgo social, gracias al trabajo que lidera desde la Life of Pashamama Foundation. Desde Villavicencio, este joven emprende una lucha global por la justicia climática, representando a Colombia y a toda una generación que cree en el cambio.
En entrevista con Periódico Llanomundo -LL-, Juan David comparte su historia, su visión sobre el futuro del planeta y cómo desde la juventud se pueden transformar realidades.
LL: ¿Qué significa para ti haber sido reconocido por la revista Forbes a tan corta edad?
JDA: Gracias a ustedes por este espacio. Para mí, el reconocimiento de Forbes es una validación importante del trabajo que hemos venido realizando desde la Life of Pachamama Foundation. Es un impulso para seguir creyendo que desde la acción local se pueden lograr transformaciones globales. Lo veo como una responsabilidad, más que como un logro personal.
LL: ¿Cómo nació tu interés por el liderazgo ambiental y social?
JDA: Yo nací en Villavicencio, pero crecí en la vereda Palmeras del municipio de San Carlos de Guaroa, un territorio profundamente marcado por la violencia y el abandono. En medio de la pandemia, en ese entorno de miedo e incertidumbre, decidí que había que actuar. Empecé a organizarme desde lo comunitario para responder a los problemas ambientales y sociales que veíamos a diario. Ahí nació todo.
LL: ¿Cuál es la misión principal de Life of Pachamama Foundation?
JDA: Nuestra misión es democratizar la gobernanza socioambiental. Trabajamos en tres líneas: justicia climática, alternativas al desarrollo y gobernanza territorial. Buscamos que las comunidades históricamente marginadas y, especialmente, los jóvenes, participen activamente en los espacios donde se decide su futuro.
LL: ¿En cuántos países tienen presencia actualmente y cómo logran conectarse con tantas regiones?
JDA: Actualmente estamos presentes en Colombia, Perú, Guatemala, México e Indonesia. Hemos logrado consolidar una red de más de 30 jóvenes líderes que trabajan de forma articulada. Por ejemplo, en la COP16, movilizamos a 48 jóvenes de estos países, incluyendo cinco del departamento del Meta, para que participaran activamente en las discusiones globales sobre biodiversidad.
LL: ¿Los jóvenes realmente están interesados en el cambio climático?
JDA: Cada vez más. Lo que vemos es que los nuevos liderazgos vienen acompañados de creatividad, innovación y compromiso, pero también enfrentamos muchas barreras: la falta de financiamiento, la estigmatización y, tristemente, el riesgo para la vida. Colombia ha sido uno de los países más peligrosos para los defensores del medio ambiente.
LL: ¿Cómo logran ustedes acceder a recursos en un panorama tan complejo?
JDA: Hemos creado estrategias que nos permiten canalizar recursos directamente a las comunidades locales. Buscamos evitar la concentración de fondos en grandes ONG y dirigir el apoyo a pueblos indígenas, comunidades afrodescendientes, campesinos y líderes juveniles. Queremos que los recursos lleguen donde realmente se necesitan.
LL: ¿Cómo percibes el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en Colombia?
JDA: Lamentablemente, el país presenta retrasos. La ONU ya ha dicho que muchos países no cumplirán los ODS para 2030 si no aumentan su ambición. Colombia ha empezado a actualizar sus compromisos climáticos -los NDC-, pero aún falta decisión política. Necesitamos mayor compromiso con las nuevas generaciones.
LL: ¿Qué decirles a los jóvenes que hoy están más interesados en las redes sociales y los videojuegos que en el medio ambiente?
JDA: Yo les propongo algo: usemos la tecnología para generar acción. Los celulares no son el problema, el problema es cómo los usamos. Hay niños en el Amazonas que comunican sus tradiciones a través de redes sociales. Hay proyectos que detectan incendios con satélites. Las herramientas están ahí. Lo importante es usarlas para crear impacto.
LL: ¿Y qué mensaje les dejas a los padres de familia?
JDA: Les pido que escuchen a sus hijos, que los apoyen en sus ideas. Muchas veces lo que falta es una palabra de aliento en casa. Si los niños sienten respaldo familiar, pueden llegar muy lejos. La transformación comienza en el hogar.
LL: Sabemos que están organizando un campamento muy importante. ¿De qué se trata?
JDA: Vamos a realizar en octubre el Campamento por la Justicia Climática, aquí en Villavicencio. Será un espacio de formación, diálogo e incidencia, donde participarán defensores ambientales, pueblos indígenas y jóvenes activistas de todo el país. Queremos generar propuestas reales desde el territorio. Próximamente abriremos la convocatoria pública en nuestras redes sociales: @lifeofpachamama.
LL: Además de tu labor como líder social, también estás estudiando en la universidad. ¿Qué estás cursando?
JDA: Soy estudiante de Negocios Internacionales en la Universidad Santo Tomás de Villavicencio. Ha sido una experiencia muy enriquecedora que me ha permitido aprender de estrategia, marketing, finanzas… herramientas clave para la gestión de proyectos sociales con impacto global.
LL: Para cerrar, ¿Qué mensaje final le das a los lectores que aún no se han comprometido con el cuidado del planeta?
JDA: Esta crisis ya está aquí, no es del futuro. Y aunque nosotros no la causamos, sí somos responsables de actuar ahora. Nuestros hijos, nuestros nietos merecen un mundo habitable. Movilicémonos. Transformemos el presente. Trabajemos unidos por una justicia climática interseccional e intergeneracional. Aún estamos a tiempo.
/Llanoalmundo