Colombia enfrenta actualmente una emergencia sanitaria por fiebre amarilla, una enfermedad transmitida por mosquitos que, a pesar de ser prevenible mediante una vacuna segura y gratuita, sigue representando una grave amenaza para la salud pública. El Gobierno Nacional declaró la emergencia sanitaria y exigió a todos los departamentos activar planes de contingencia, con el fin de contener el avance del virus y proteger a la población en riesgo.
Lea también: Secretaría de Salud asesora a las IPS en atención de casos de dengue y fiebre amarilla
En el departamento del Meta, desde el pasado 12 de abril se adoptó la alerta sanitaria, lo que implica que los 29 municipios, junto a hospitales, EPS y demás actores del sistema de salud, deben diseñar y ejecutar planes de contingencia. Estos planes son evaluados permanentemente por la Secretaría de Salud del Meta, en coordinación con el Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud.
El secretario de Salud del Meta, Jorge Ovidio Cruz, explicó a Periódico Llanoalmundo que, la situación en el departamento se ha caracterizado por un control temprano y acciones inmediatas: “A la fecha tenemos tres casos confirmados en humanos y un caso en primates (un mono aullador), lo que técnicamente se conoce como epizootia. Esto nos obligó a realizar un cerco epidemiológico en Villavicencio y sus alrededores, intensificando la vacunación en áreas rurales y centros poblados”, señaló el funcionario.
La importancia de la vacunación
La fiebre amarilla es una enfermedad altamente letal: en Colombia el 43% de quienes la contraen y desarrollan síntomas graves, fallecen. Sin embargo, a diferencia de otras enfermedades como el dengue, esta sí cuenta con una vacuna eficaz que brinda inmunidad de por vida con una sola dosis, aplicada a partir de los 9 meses de edad.
“El Gobierno Nacional entrega la vacuna de manera gratuita. Por eso resulta inconcebible que aún tengamos población sin vacunar. No hay excusas: es una dosis, para toda la vida, y salva vidas. La única herramienta de oro es vacunarnos”, enfatizó Cruz.
Desde la Secretaría de Salud se insiste en la necesidad de romper mitos y barreras culturales frente a la inmunización. Muchos adultos mayores creen que ya no necesitan vacunarse, mientras que en los jóvenes predomina la desconfianza hacia las vacunas. Estas percepciones, según el Secretario, ponen en riesgo a dos grupos poblacionales prioritarios: menores de 18 años y mayores de 60, quienes presentan las menores coberturas de vacunación.
Estrategia en el Meta
El departamento ha priorizado la vacunación en la ruralidad y en los centros poblados, debido a que la fiebre amarilla es principalmente una enfermedad tropical -selvática-. Sin embargo, la movilidad de la población entre el campo y la ciudad aumenta el riesgo de urbanización del virus, lo que haría más complejo su control.
“Cada semana realizamos auditorías, visitas y reuniones con municipios y EPS para evaluar coberturas y garantizar el cumplimiento de los lineamientos nacionales. Nuestro esfuerzo está centrado en los cercos epidemiológicos y en acercar la vacuna a la población más expuesta”, explicó Cruz.
*Total de dosis aplicadas en el departamento: 109.650 dosis desde el 11 de abril hasta el 31 de agosto.
* Municipios con mayor cobertura de vacunación: San Carlos de Guaroa, Cabuyaro y Barranca de Upia.
* Rangos de edad con mayor número de dosis aplicadas: población de 18 a 59 años.
* Rangos de edad con menor número de dosis aplicadas: 9 – 11 meses.
Un llamado urgente a la comunidad
El mensaje de la Secretaría de Salud del Meta es claro: vacunarse salva vidas. El secretario recalcó que ante cualquier duda sobre el esquema de vacunación, lo correcto es aplicarse la dosis.
“Si alguien no recuerda si ya se vacunó, debe hacerlo nuevamente. Ante la duda, me vacuno. La vacuna está disponible en todos los hospitales locales de los 29 municipios del Meta. Esta es una enfermedad muy grave, con alta mortalidad, pero completamente prevenible”, reiteró Cruz.
La fiebre amarilla al igual que el dengue, hace parte de las enfermedades endémicas de la región de los Llanos. Por ello, el llamado final del Secretario fue a elevar la conciencia ciudadana:
“No esperemos a que la enfermedad toque nuestra puerta. Vacunarnos hoy es la mejor decisión para proteger la vida y la salud de toda la comunidad”.





