Los agujeros laterales de las Converse: un detalle con doble propósito que va más allá del estilo

Artistas como Kurt Cobain, los Sex Pistols o The Rolling Stones las elevaron en los años 80 y 90 a símbolo de rebeldía, asegurando que su diseño atemporal siga vigente más de un siglo después.

Entre las claves de esa vigencia figuran los pequeños agujeros laterales, a menudo ignorados por el gran público. Su primera misión es práctica: permiten la circulación de aire dentro de la zapatilla, reduciendo la humedad y los malos olores. La segunda es funcional y estética a la vez: sirven como ojales alternativos, de modo que cada usuario pueda ajustar y trenzar los cordones a su antojo, logrando un calce más firme o un look diferenciador.

Ese equilibrio entre forma y función ha facilitado que Converse trascienda el básquet y se reinvente. En 2009, con el programa CONS, la firma entró al mundo del skate y relanzó modelos como las One Star, reforzando su suela para soportar trucos y caídas. Así, un simple par de perforaciones demuestra que la innovación también puede esconderse en los detalles más pequeños.