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Por: Erika del Pilar Wilches Hernández, Abogada Especializada – Universidad Libre
El peaje Puente Amarillo, ubicado en la vía Villavicencio-Restrepo, ha generado controversia desde su instalación. Originalmente creado como un pontazgo temporal para recuperar la inversión en la construcción del puente sobre el río Guatiquía, este peaje ha continuado operando años después de haberse cumplido su propósito inicial, lo que ha causado molestias entre los usuarios y las comunidades de Villavicencio, Restrepo y Cumaral.
Uno de los principales reclamos de los ciudadanos es la cercanía de este peaje con otros existentes en la misma vía, ya que según la normatividad, debe haber una distancia mínima de 40 kilómetros entre estaciones de peaje, sin embargo, entre el Puente Amarillo y el peaje de Cumaral hay menos de 14 kilómetros. Esta situación afecta principalmente a los residentes de los municipios de Villavicencio, Restrepo y Cumaral, quienes ven un impacto negativo en el turismo, el comercio y sus economías familiares, al tener que pagar tarifas injustificadas en un trayecto tan corto.
Debemos recordar que los 42.000 habitantes de Restrepo y Cumaral dependen en gran medida de Villavicencio, teniendo que desplazarse diariamente a los hospitales, universidades y empresas que solo es posible encontrarlas en la capital llanera.
Adicionalmente, se señala que el recaudo obtenido en el Puente Amarillo no se ha traducido en mejoras visibles durante los 10 años de cobro ilegal, es por lo que la comunidad decide realizar un plantón pacifico y cultural que cumple más de 46 días, sin una solución efectiva a esta problemática por parte de las autoridades competentes.
La falta de transparencia y la continuidad del cobro de un pontazgo que debió cesar hace más de una década ha provocado protestas y la movilización de grupos cívico y políticos . Bajo el entendido que el peaje no cumple con los estudios previos ni requisitos legales necesarios para operar, lo que ha llevado a la solicitud de su retiro definitivo.
Mientras las autoridades no ofrecen una solución clara, los habitantes de la región continúan exigiendo explicaciones y medidas que alivien el impacto económico que ha traído consigo este polémico peaje.
#NOMASPEAJE
