El presidente de Bolivia, Rodrigo Paz, denunció que su Gobierno está desmontando una “institucionalidad corrupta” heredada de casi dos décadas de administraciones del Movimiento al Socialismo (MAS), con hallazgos que incluyen deudas ocultas, compras irregulares y presuntos desfalcos millonarios.
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El mandatario boliviano aseguró que su administración comenzó un proceso de depuración interna para “poner la casa en orden” tras detectar múltiples irregularidades en áreas clave del Estado. Según Paz, los hallazgos preliminares revelan prácticas que, durante años, habrían afectado la transparencia y las finanzas públicas bajo los gobiernos de Evo Morales y Luis Arce.
Paz afirmó que, a medida que avanza el reordenamiento institucional, surgen “pruebas suficientes” para formalizar denuncias y abrir nuevas investigaciones. Aunque reconoció que desmantelar estructuras instaladas durante dos décadas “no es tarea fácil”, reiteró que su Gobierno está comprometido con evitar la impunidad y reconstruir los sistemas internos de control.
El presidente también señaló que el daño económico derivado de las irregularidades detectadas superaría los 15.000 millones de dólares, cifra que calificó como alarmante. Añadió que su administración adelanta una “autopsia institucional” para identificar a fondo los mecanismos que habrían permitido la consolidación de una supuesta red de corrupción en el aparato estatal.




