En el último año, los colombianos hemos tenido que sentir el golpe en los bolsillos por el incremento, casi que mensual, del precio de la gasolina, que ya ha llegado a un precio similar al internacional. Esto debido al déficit existente en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) que para finales del 2023 se prevé dejará un hueco fiscal cercano a los $20 billones, es decir, prácticamente el mismo monto que recauda la Reforma Tributaria para este año -$19,73 billones-, lo que se ha convertido en una cifra insostenible en el tiempo. Por ello, un estudio del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE) propone liberar los precios de la gasolina, haciendo una focalización real del subsidio para que llegue a los ciudadanos con menores ingresos, ya que el 10% de personas más ricas de la población de Colombia, se llevan casi el 50% del monto destinado como subsidio de gasolina.
Tomás González Estrada, director del CREE, explicó que ya se está haciendo la propuesta al Gobierno con relación al precio de la gasolina nacional: “Llegó el momento de que se libere el precio de este combustible. La política que hemos tenido hasta ahora ha tenido unos costos fiscales muy grandes, porque se le había estado vendiendo a la gente a un precio más barato que el precio que se le paga a Ecopetrol. Y esa diferencia nos ha costado mucho. Nos costó $37 billones el año pasado, que más o menos da para cinco años de financiamiento del sector educativo. Así de grande es ese subsidio”, explicó con dureza.
González Estrada argumentó que este subsidio al galón de la gasolina es altamente regresivo. Además, adicionó un dato que deja “fríos” a muchos, ya que en el imaginario colombiano se cree que este subsidio se destina casi en su totalidad a los estratos más vulnerables del país, pero en la práctica, según el estudio del CREE, se está destinando a los niveles más altos.
El experto argumentó que los estratos con más recursos en el país son a quienes más se le subsidia en comparación con los bajos. Pero, ¿Cómo puede ser esto? Teniendo en cuenta el estudio del CREE, el cual está apoyado en complejas operaciones matemáticas y los datos de consumo de gasolina consolidados por algunas entidades en el país, los hogares con ingresos mensuales superiores a $3.000.000 son los que se ven más beneficiados porque no sienten tan fuerte el golpe en el bolsillo por el precio de los combustibles, pues este sector de la sociedad son los que tienen un mayor consumo de gasolina, y los que tienen mayor capacidad para pagarla, y los que menos consumen diésel.
“De cada billón de pesos que se subsidia de la gasolina en Colombia, los hogares reciben como $147.000.000.000, y de eso casi la mitad se lo lleva el 10% más rico, esto es altamente regresivo…entonces tenemos que salirnos de ahí, y en estos momentos estamos en una coyuntura muy especial para poder lograrlo porque ya la diferencia entre el precio nacional y el internacional, y lo que le estamos cobrando a los consumidores, ya se cerró”, indicó.
El Director del CREE anotó que al tener esa diferencia cerrada ha llegado el momento de que los colombianos transitemos a una liberación del precio de la gasolina, lo que significa que, “lo que se le paga a Ecopetrol sea lo mismo que paga el consumidor y nos deshagamos de un subsidio que es regresivo, que nos sale muy caro, y que no le ayuda a los más pobres”, exhortó.
Así las cosas, se propone que el precio de este combustible se mueva similar al sistema del dólar, y en el caso de las estaciones de servicio tendrían que esperar los reportes del Ministerio de Minas y Energía para así mismo cobrarle al consumidor y pagarle a Ecopetrol. Y en el caso de que los precios lleguen a topes muy altos, se propone que, se active solo en eso casos, un subsidio, pero no para todos los colombianos -como funciona actualmente-, sino solo focalizado en los ciudadanos más vulnerables.
El experto adicionó algunas ventajas fundamentales de liberar el precio de la gasolina:
-Evita apoyar o subsidiar combustibles fósiles lo que va en línea con las políticas gubernamentales para luchar contra el cambio climático.
-Disminuiría el déficit fiscal del FEPC, recursos que podrían invertirse en otros sectores sociales.
-Evita que Ecopetrol adquiera un hueco en las cuentas, pues debe asumir el subsidio cuando se aumenta el déficit en el FEPC, mientras le gira el Gobierno.
-No afecta el recaudo de impuestos porque no habría el mismo nivel de subsidio.
-Incentiva mayor competencia del sector, la cadena de los combustibles se vería obligada a ofrecer una mejor calidad a un mejor precio.
Otro tema es que, hoy en día el 20% del precio del galón de gasolina corriente está compuesto por impuestos, unos nacionales y otros municipales. En caso de que esta propuesta fuera tomada y hecha realidad, este margen de impuestos seguirían presentes en el precio final de la misma, así lo aclaró González Estrada. “Hoy en día los consumidores están pagando estos impuestos que van para el Gobierno Nacional, pero también van para los municipios, y el impuesto al carbono que nos ayuda en los temas de lucha contra el cambio climático, esos los están pagando los consumidores actualmente, y se mantendrían, a no ser que el Gobierno Nacional decida hacer un cambio en ese sentido, pero ahí no se tocaría los impuestos porque habría un problema de recaudo para el Ministerio de Hacienda y para la financiación del gasto público” anotó.
De esta manera, el CREE ha puesto sobre la mesa esta propuesta nacional para dar solución al problema del insostenible déficit en el FEPC, argumentando que un gran número de países -en América Latina todos a excepción de Venezuela, Ecuador, Bolivia, y Colombia- manejan el precio de la gasolina bajo precios internacionales, incluso naciones con importación del 100% del combustible o del 70% como el caso de México, Chile y Perú tienen precios libres. La última palabra la tendrá el Gobierno Nacional, teniendo en cuenta que, Colombia es uno de los pocos países del mundo con el precio más bajo.
Para finalizar, González Estrada indicó que la entrega de subsidios a los grupos focalizados, en el caso de que se liberen los precios de la gasolina en el país, deben ser condicionados y contar con un componente general -inflación- y uno específico -consumo directo-, bajo un sistema similar al del Sisbén.
