Donald Trump y Elon Musk, dos de las figuras más influyentes de EE. UU., protagonizan una ruptura o guerra pública sin precedentes que ya sacude los mercados y el panorama político.
La tensión entre el expresidente Donald Trump y el magnate Elon Musk estalló este jueves, luego de días de cruces y descalificaciones. Desde su red Truth Social, Trump acusó a Musk de haberse «vuelto loco» y amenazó con cortar los millonarios subsidios gubernamentales a sus empresas, en respuesta a las críticas del empresario al megapresupuesto propuesto por el republicano.
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Musk no se quedó atrás: aseguró que sin su apoyo financiero —cerca de 300 millones de dólares— Trump habría perdido las últimas elecciones, y lo vinculó con el expediente del difunto Jeffrey Epstein.
La Casa Blanca calificó de “lamentables” los dichos de Musk, mientras el empresario intensificó su postura al anunciar el desmantelamiento de la nave Dragon de SpaceX, utilizada por la NASA.
La confrontación tuvo consecuencias inmediatas en los mercados: las acciones de Tesla se desplomaron un 14,26 %, arrastrando miles de millones de dólares en capitalización bursátil. El divorcio entre el hombre más rico del mundo y el más poderoso del Partido Republicano ya tiene impacto global.
