Durante el I Congreso Internacional ‘Colombia libre de maltrato animal’, que se realizó en la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, el Ministro de Justicia y del Derecho, Enrique Gil Botero, manifestó la necesidad de debatir sobre el reconocimiento de los derechos de los animales y su protección como seres vivos. Esto –aseguró- con el objeto de acercar la sociedad al progreso moral.
Según el alto funcionario, la tendencia del ser humano a trazar diferencias ha creado abismos que se han visto reflejados en fenómenos como el racismo, el sexismo, el etnocentrismo y la xenofobia, justificando así la idea de que algunos seres tienen menos o ningún derecho.
«El hombre no sólo ha establecido distinciones entre humanos, sino que también lo ha hecho con los animales, tendiendo a negarles toda posibilidad de ser titulares de derechos. Esto le ha impedido darse cuenta de que aunque los animales no construyen razonamientos lógicos y abstractos o lenguajes complejos, sí sufren y sienten dolor», señaló.
El jefe de la cartera de Justicia expresó su preocupación frente a dicha circunstancia y aseguró que aunque en varios países -incluido Colombia- se han promulgado leyes para garantizar un mejor trato a los animales, este sigue siendo un asunto de importancia menor. «Aunque hay leyes que reconocen a los animales como seres sintientes, parte de la sociedad concibe esas normas como meras declaraciones sin ninguna fuerza y tiene dificultades para verlas como enunciados de obligatorio cumplimiento», indicó.
Gil Botero aseguró que para reconocer a los animales como titulares de derechos se requiere un cambio de paradigmas sociales. «Volver la mirada hacia los derechos de los animales es poner sobre la mesa la discusión sobre el humanismo y su pertinencia para resolver los problemas a los que nos enfrentamos hoy en día», puntualizó.
Finalmente, aseguró que pensar en los derechos de los animales no solo implica un cambio jurídico, sino una transformación cultural y un cambio en el paradigma filosófico con el que se ha gobernado. «Los animales como seres sintientes son moralmente valiosos y no solo generan deberes en cabeza de nosotros los humanos, sino que también son titulares de derechos por lo que significan en sí mismos», concluyó.
/Minjusticia