Este lunes y martes el exjefe del Clan del Golfo está citado a testificar sobre sus accionar criminal en Urabá.
La extensa carrera delictiva de Dairo Antonio Úsuga David, más conocido con el alias Otoniel, y cuya participación en la guerra reseña su paso por diferentes estructuras armadas ilegales como el EPL, las Autodefensas Unidas de Colombia y luego el Clan del Golfo, fue la base para que la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, lo llamara a dar su testimonio este lunes.
La JEP lo citó dentro del macrocaso o4, el cual hace referencia a la situación vivida en Urabá entre 1986 y 2016 en el marco del conflicto armado. Así lo referenció la JEP al señalar que todos los llamados a testificar en este caso deberán especificar sobre los hechos victimizantes ocurridos en los municipios de Turbo, Apartadó, Carepa, Chigorodó, Mutatá y Dabeiba (en Antioquia) y El Carmen del Darién, Riosucio, Unguía y Acandí (en Chocó).
“El testimonio del señor Dairo Antonio Úsuga David es pertinente por ser testigo presencial de hechos ocurridos en el contexto del conflicto armado de carácter no internacional en la región del Urabá. El testimonio resulta pues un medio útil para contrastar la diversa información con la que cuenta sobre hechos de violencia de la región de Urabá y que ha obtenido el Despacho de informes de organizaciones de víctimas, instituciones del Estado, de versiones voluntarias recibidas y de otras declaraciones ya practicadas”, se lee en el auto de citación al recién capturado jefe del Clan del Golfo.
Los temas de los que hablará en la JEP alias Otoniel, en dos jornadas (lunes 20 y martes 21 de diciembre) desde las 9:00 a.m., están relacionados con hechos victimizantes que afectaron líderes sociales, empresarios, mujeres, niños, jóvenes, adultos mayores, campesinos, indígenas, afrocolombianos, entre otros, harán referencia a muertes violentas, desaparición forzada, tortura, desplazamiento forzado, violencia sexual.
Además, la línea de tiempo de los hechos victimizantes sobre la que se centrará el discurso de Otoniel está reseñada de la siguiente manera: entre 1994 y 1997, donde se destaca la consolidación de estructuras paramilitares y el tema de las Convivir; entre 1997 y 2002, etapa más cruenta en la disputa por el control territorial; el testimonio sobre lo ocurrido entre 2002 y 2006 cuando se dio toda la política de Seguridad Democrática y la participación de los militares en operaciones conjuntas con las Autodefensas para obtener resultados, además del proceso de paz con las Auc y su sometimiento a la Ley de Justicia y Paz; entre 2006 – 2010, cuando se da todo el proceso de post-desmovilización de las Auc y el resurgimiento de otros actores como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), y desde 2010 a la fecha de su captura, para esclarecer las nuevas dinámicas de la guerra que afectaron a la población civil.
Para el analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega, que “Otoniel” vaya a la JEP es una ficha importante en el rompecabezas de la verdad con el cual las víctimas buscan saber “qué pasó, cómo y por qué” y cerrar un capítulo doloroso en la historia reciente del Urabá antioqueño