La edificación que se convertirá en la sede del Centro Cultural de Villavicencio será el espacio soñado para el encuentro las diversas expresiones artísticas de la ciudad y para recuperar y revitalizar el caño Gramalote.
Los estudios y diseños elaborados por Piedemonte determinaron que en el predio ubicado frente al parque José Eustasio Rivera, más conocido como parque del Hacha, y la Universidad del Meta, se construirá una edificación de tres pisos con terraza de acceso sin puertas por la calle 35 y por el caño Gramalote.
El gerente de Piedemonte, Óscar Osorio, explicó que, con la edificación en el predio de cerca de 4.000 metros cuadrados, se proyecta hacer una transición efectiva, segura y peatonal entre el parque del Hacha, el Centro Cultural y la Universidad del Meta, así como la recuperación efectiva del caño Gramalote.
De del total del predio, finalmente se podrá utilizar un área de 970 metros cuadrados porque se debe dejar la franja de protección ambiental de 30 metros del caño Gramalote y se proyectó una ampliación vial de la calle 35 con carriles adicionales de 27 metros. La edificación tendrá escaleras, rampas y ascensor para facilitar la movilidad de personas con discapacidad.
El primer nivel, la edificación tendrá una terraza de acceso que es la sala de llegada, sin puertas, con espacio de exhibición para los artistas y tendrá acceso por la calle 35 y el caño Gramalote. Allí habrá un local para que los artistas puedan exhibir y comercializar sus productos, un espacio exterior frente al caño Gramalote, un auditorio con capacidad para 257 personas, una sala o camerino, oficina de administración y batería de baños.
El segundo nivel tendrá el espacio de circulación y exhibición de obras, batería de baños, salones de artes plásticas, de eventos o proyección, de danzas, de manualidades, para una emisora y un canal de televisión. Los salones estarán insonorizados y algunos de ellos tendrán espacios con paneles flexibles, para que se puedan utilizar para múltiples propósitos.
El tercer nivel tendrá una batería sanitaria, seis salones insonorizados para música y danza, con espacios de energía natural.
La licencia del proyecto ya está en trámite ante la curaduría y la idea es que la ejecución de la obra sea lo más rápida posible para que muy pronto los espacios estén al servicio de toda la ciudadanía, agregó el gerente de Piedemonte.