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Estaciones de servicio de Terpel en Bogotá estarían vendiendo combustible con márgenes de comercialización por debajo de sus costos.
La Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos (Fendipetróleo) denunció a Terpel ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) por presuntas conductas contrarias al régimen de libre competencia.
En un comunicado, el gremio que preside Juan Carlos Vélez Uribe precisó que el pasado 16 de mayo radicó la denuncia ante la SIC dando a conocer las conductas que realiza la compañía mayorista Terpel, a través de sus estaciones propias; ya sea operadas de manera directa, por medio de franquiciados o de la compañía Masser, una sociedad controlada por Terpel.
“Como se argumentó en el contenido de la denuncia, se realizó un análisis en el que se evidenció que, en la ciudad de Bogotá, las estaciones de servicio de propiedad de la mencionada compañía mayorista podrían estar fijando precios artificialmente bajos de venta al público renunciando de manera parcial o total a su margen de comercialización minorista, afectando a las estaciones de servicio que se encuentran dentro de su misma zona de influencia”, se lee en el comunicado.
Entre las pruebas, Fendipetróleo mencionó el caso de las estaciones de servicio Terpel Matatigres y Terpel Ganadero, donde el 23 de mayo, tuvieron un precio de venta al público de gasolina motor corriente por un valor de $8.430 y $8.460 respectivamente, mientras que el precio de referencia para Bogotá era de $9.372, vigente desde el 12 de marzo de 2022
De este modo, esas estaciones “estarían renunciando a más del 95% del margen de comercialización minorista reconocido por el Gobierno (que para la fecha estaba en $845,12), para remunerar las inversiones y los costos de administración, operación y mantenimiento, en los que incurre el propietario de la estación de servicios para ofrecer su atención al público de manera eficiente”.
La agremiación señaló que es importante que Colombia recuerde lo acontecido en Chile, donde las empresas mayoristas de combustibles se apropiaron de la distribución minorista con la misma conducta de atraer clientes utilizando precios artificialmente bajos para eliminar a sus competidores.