No es un secreto que el abogado y diputado del Meta, Henry Fernando Ladino González, quien en las últimas semanas ha tensionado el ambiente político en la capital del Meta, por su clara intención de aspirar a la Alcaldía de Villavicencio por el Partido Cambio Radical, al cual pertenece, es un peso pesado de la política regional, pese a no pertenecer a las reconocidas casas políticas del Meta.
Ladino se ha destacado por su liderazgo y trabajo social con comunidades, y miembros de sectores vulnerables como los adultos mayores, lo cual lo ha llevado a que hoy sea uno de los diputados más representativos del Meta, y uno de los perfiles más opcionados en la próxima contienda electoral, para tomar las riendas (el timón) del décimo piso de la Alcaldía de Villavicencio. Un sueño que cada día se fortalece con el trasegar de su carrera política, a través de la cual ha reconocido que hay grandes temas por solucionar como: la inseguridad, el déficit habitacional, el desempleo, y el mal estado de la infraestructura (puentes y calles) y semaforización de la ciudad.
Sus Inicios
Para el diputado Ladino, ha sido su formación como líder la clave del éxito de su carrera como político, desatando amores y desamores en el largo trayecto de más de 28 años en la política regional. Pero ¿Quién es Henry Ladino? ¿Cómo ha sido su formación y liderazgo? Para dar respuesta a estos interrogantes hay que remitirnos a su vida familiar, pues proviene de una familia de origen muy humilde y campesina, oriunda del municipio de Gutiérrez, Cundinamarca. Es el hijo menor, “el cuba” de siete hermanos. A su padre, ni lo conoció, se lo arrebató la violencia cuando él tenía tan solo un año de nacido. Y, cuando tenía 14 años murió su madre, un lamentable suceso que lo llevó a tomar las riendas de su vida y liderar su propio destino.
Así las cosas, su liderazgo empieza desde muy niño, siendo acólito y monaguillo de la Catedral Nuestra Señora del Carmen de Villavicencio. Allí, realizó los primeros pinitos como líder, organizando de la mano su mejor amigo Hernando Quevedo, la Asociación de Acólitos Monaguillos de la Diócesis de Villavicencio. “Crecí en esa formación cristiana católica de liderazgo ético, y religioso. Ya joven, ayudamos a conformar la República Juvenil Cristiana, organizamos la Unión Juvenil, realizábamos las pascuas juveniles, participaba en los encuentros nacionales de juventud católica, y en general, en todos los eventos y grupos juveniles de la Diócesis. Ahí adquirí el liderazgo”, así recuerda el Diputado, los inicios de ese espíritu organizador que lo caracteriza.
Años después, siendo estudiante de la nocturna del Colegio La Salle de Villavicencio, jornada en la que estudiaban quienes no tenían muchos recursos económicos, se ganaba la vida ejerciendo (durante el día) el oficio de portero (celador) en esta misma institución. “Adquirí un liderazgo de formación con los lasallistas, y me convertí en su líder para Villavicencio. Le ganábamos a los alumnos de la jornada diurna. Representé al Distrito de La Salle, el cual estaba conformado por Villavicencio, Bucaramanga, Cúcuta, Bogotá, y Santa Marta. Me gané el liderazgo de esa regional, y finalmente, representé a La Salle como líder en el Encuentro Latinoamericano de Líderes Lasallistas”, narró con orgullo Ladino González, describiendo cómo fueron aquellos años de juventud siendo un gran dirigente.
Sus Primeros Empleos
Una vez terminados sus estudios de secundaria, en el año 1985, se dejó obnubilar por una de las actividades más populares y de moda en su época, en la que centenares de jóvenes viajaban a los lugares más recónditos del país para emplearse como recolectores de hoja de coca, buscando recursos para un mejor porvenir. Ladino González ejerció la actividad de “raspachín” por cuatro meses, justo el tiempo que se tomó recuperando el dinero que había invertido en los tiquetes de ida y vuelta en avión. “Prácticamente, en ese oficio se trabajaba en ese entonces era por la comida”, anotó el Diputado. Luego de ese corto lapso, episodio en el que observó cómo funcionaba el procesamiento de la coca, regresó a Villavicencio.
El Diputado recuerda que, aunque ingresó a la Universidad La Gran Colombia, a estudiar derecho, no pudo terminar en ese momento su carrera por falta de recursos económicos. Y, que, ante ese fallido intento de ser profesional, buscó un empleo, e inició a trabajar en un restaurante ubicado al lado de la Catedral de Villavicencio conocido como El Zipa. Y, luego en una reconocida Papelería llamada Modelo. Y, que siendo sacristán en la Catedral le llegó la oportunidad de convertirse en el Auxiliar de la Secretaría de Educación del Meta. “Este era el último cargo que tenía esta dependencia, el que cargaba agua para que tomaran los del cuarto piso. En esa época me tocaba ir hasta la licorera para traer los “garrafonados” de agua. Además, debía repartir la correspondencia. Allí me conocí con todo el mapa educativo. Fue una experiencia muy bonita y servicial”, anotó Ladino.
Su Vida Política
Ya en el año 1994, se desempeñaba como secretario pagador del Colegio Carranza en Villavicencio. “En el gobierno del ya fallecido Omar Armando Baquero, hubo un poco de intriga, y me trasladaron para el Colegio Buenavista. Pasé de manejar 2.500 estudiantes a tener 78. Me quedaba todo el tiempo del mundo para hacer cursos -estudios-, integrarme con la comunidad, visitar parroquias y municipios. Y, ya en 1995, me dio por lanzarme a la Asamblea del Meta, y “le pegué al perro”, el monaguillo laico salió por primera vez como diputado del departamento. Después de ser el mensajero pasé a poner el secretario de educación”, narró el político.
Ladino González había logrado convertirse en compañero de reconocidos personajes políticos como: Alan Jara, Gerardo León Mancera, y Luis Carlos Torres. Relacionándose con toda la clase política de la época. Dentro de sus grandes logros como Diputado en este período está la creación del Bachillerato en Bienestar Rural en 14 municipios. En 1997, por cuestiones de orden público no se pudo ejercer el derecho al voto en estas zonas del Meta, situación que llevó al Diputado a no poder renovar su credencial. Posteriormente, en 1998 se convirtió en el Primer Consejero Regional de Paz y Derechos Humanos. No duró sino tres meses en el cargo, ya que no hubo la voluntad política para realmente hacer un buen papel con los desplazados. “Luego, de que en ese gobierno hubiese un desconocimiento total por nuestro trabajo, mi primer desengaño de la política, me dediqué a la vida privada sin desconectarme de la misma. Ayudé a muchos dirigentes políticos a ser alcaldes, a crear el Instituto Líder, la Corporación Líder, y 38 ONG´s”, expresó Ladino.
Con todo este bagaje, ya transcurriendo el año 2011, después de 12 años, se lanzó de nuevo a la Asamblea del Meta y ganó para el período 2012. De ahí revalidó credencial para el 2015, y nuevamente para el 2019 (hasta el 31 de diciembre de este año). Entre sus logros de estos períodos está: la creación de la Federación de Diputados de la Amazorinoquía, ayudando a crearla en otras regiones del país. También ayudó a crear la Confederación Nacional de Asambleas y Diputados de Colombia. Adicionalmente, “Yo soy el diputado que más ha presentado ordenanzas a nivel de toda Colombia, el 80% son de carácter social (en desplazados, en población con discapacidad, adulto mayor, indígenas, negritudes, comunidad LGTBIQ+, taxistas y conductores de transporte urbano, educación pública universitaria, recursos para los emprendimientos de los jóvenes, a las familias de héroes caídos en combate), en fin son muchas más”, anotó el Diputado.
Lo que Falta por Hacer
Dentro de sus perspectivas, Ladino sueña con una Villavicencio descentralizada, a través de la desconcentración de sus dependencias, que hoy funcionan prácticamente en un solo edificio. “Aquí se necesita construir unos Centros Administrativos Municipales (CAM) en las diferentes comunas, que le permita a la comunidad acercarse a los servicios de la administración desde sus barrios. Ademá
s de galerías dignas para organizar a los comerciantes informales”, explicó.
“Yo creo que he sido un bendecido por Dios en mi liderazgo, el cual no depende de ninguna casa política. Yo brillo con luz propia no con luces prestadas. Reconozco que he sido rebelde e independiente, y que le he dicho la verdad a los dirigentes políticos en la cara, y he sido muy frentero”, concluyó.
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