Una de las grandes luchas políticas del actual alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, cuando era concejal de la ciudad, fue la defensa de los acueductos comunitarios. Hoy, en calidad de mandatario, gestionó recursos por $25.000 millones mediante un proyecto de cooperación internacional con el Gobierno de Corea del Sur en pro de lograr un apoyo de inversión que se tradujera en desarrollo para la Capital del Meta. Es así como se logró la construcción de un Tecnoparque de última generación, equipado con tecnología de punta y personal capacitado de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio en territorio coreano, cuyo objetivo es la realización de estudios y análisis especializados del agua, mejorando la calidad del servicio a los villavicenses.
Según lo afirmado por Vanesa Sandoval Espinosa, secretaria de Planeación de Villavicencio, el Tecnoparque, que está localizado en las instalaciones de la Planta de Tratamiento de Agua Potable La Esmeralda en Villavicencio, y que fue entregado oficialmente durante la visita de miembros de la Embajada de Corea del Sur a la Capital del Meta, el pasado 31 de mayo, permitirá realizar las pruebas que se requieren para la potabilización del agua de los acueductos comunitarios, e incluso para la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio.
Y es que, Villavicencio cuenta con una amplia riqueza hídrica, ya que está bañado por tres ríos principales: Guayuriba, Guatiquía, y Ocoa. Sólo en su parte urbana hay 60 caños, permitiéndole tener la oportunidad de un buen aprovechamiento del recurso hídrico en beneficio de las comunidades, pero para ello, se requiere de una buena potabilización. “En Villavicencio somos pioneros e íconos a nivel país, porque tenemos cerca de 120 acueductos comunitarios en el municipio, y evidentemente éstos son los que se van a ver beneficiados con este Tecnoparque”.
Para Sandoval Espinosa, hay dos grandes puntos que trae como ventajas este gran laboratorio tecnológico. El primero tiene referencia a que, por su condición jurídica de ser acueductos comunitarios, para la Administración Municipal era difícil llegar con inversión a los mismos. Lo que se logró con el convenio con la Embajada Coreana fue traer tres plantas de agua potable para tres acueductos importantes de la ciudad: La Pradera, Buenavista y Playa Rica, beneficiando a más de 6.000 personas de estas comunidades. Cada una de esas plantas tiene un valor aproximado de $600 millones.
“El segundo punto, tiene que ver con que la Embajada Coreana capacitó a los operarios de estas plantas para que no se presente ningún daño por desconocimiento del manejo de las mismas, ya que son equipos compactos con última tecnología, que proyectan gran beneficio a cada una de las comunidades de estos acueductos comunitarios”, explicó Sandoval Espinosa.
Convenios Solidarios
Otro de los grandes logros en beneficio de los acueductos comunitarios del municipio de Villavicencio son los Convenios Solidarios, los cuales vienen siendo liderados desde la Dirección de Servicios Públicos de la Secretaría de Planeación. “Nosotros ya hicimos una convocatoria en la que salieron beneficiados seis acueductos comunitarios, con una inversión cercana a los $340 millones para el mejoramiento de su servicio y de su infraestructura”, explicó la Secretaria.
Los acueductos beneficiados fueron: Villa Mélida, Las Américas, La Cuncia, Villa Lorena, Santa Catalina y Peralonso. “Adicionalmente, iniciando el año, se realizó la convocatoria “Agua Contigo” en la que se beneficiaron 15 acueductos comunitarios, los cuales fueron viabilizados y van a tener una inversión cercana a los $1.100 millones, igualmente para el mejoramiento de sus redes, y equipamientos que permiten la potabilización de su agua. Y, finalmente para el mejoramiento de su infraestructura”, anotó la Sandoval Espinosa.
De esta manera, esta apuesta de la Administración Municipal en el fortalecimiento de los acueductos comunitarios, se vuelve una solución definitiva en la potabilización del agua, para los sectores a los que se les presta el servicio. Un logro que el alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, resumió en una frase: “La plata no está debajo de los árboles, hay que gestionarla”, una gestión que proyecta agua potable en Villavicencio para rato.
