Se trata de una alternativa para luchar contra el coronavirus en el mediano plazo. Se aplica en dos dosis y se espera que tenga una eficacia del 60%.
Las vacunas intranasales comenzaron a probarse en humanos desde inicios de este año en distintas partes del mundo.
Motivan una respuesta inmune localizada en el tracto respiratorio superior. Esto disminuiría el riesgo de infección.
Este martes 22 de marzo comenzarán los primeros ensayos de una vacuna contra el covid-19 que se aplica en la nariz. Es un tratamiento desarrollado por la empresa Beijing Wantai Biological Pharmacy Enterprise, que busca probar sus dosis en al menos 3.000 personas en Colombia. Los análisis de estos resultados podrían tardar hasta 20 meses, señalaron desde los centros de investigación que estarán a cargo de los estudios en el país.
En los ensayos participarán mayores de 18 años y menores de 90, que hayan recibido su última vacuna anticovid hace por lo menos seis meses o que no se vacunaron.
En Colombia, cinco centros de investigación –ubicados en Bogotá, Medellín, Envigado, Ibagué y Barranquilla– desarrollarán los estudios. Por ejemplo, en el centro de investigación Bluecare, que se encuentra ubicado en Bogotá, estarán evaluando la vacuna en al menos 500 personas de aquí al próximo 6 de mayo. Luego, empezará un proceso de seguimiento que podría durar hasta 20 meses.
Lina María Cortés, bacterióloga y coordinadora de los ensayos clínicos de Bluecare aseguró que estos estudios corresponden a la tercera y última fase.
Antes de iniciar el proceso, a las personas que van a participar en el estudio les piden leer y firmar un consentimiento informado, un documento en el que confirman su voluntad de participar en la investigación. Más tarde, les toman varias muestras de laboratorio para determinar, por ejemplo, si tienen VIH, si están en embarazo o si se encuentran infectadas de coronavirus.
Después de que se verifique que todos estos test dieron negativo, los pacientes acuden a una segunda cita en la que les aplican la vacuna intranasal. Las dosis del aerosol es de 0,1 mililitros y se aplica una vez en cada fosa.
Después de suministrada la vacuna, el paciente debe permanecer acompañado de los vacunadores durante 30 minutos con el objetivo de verificar si hay alguna reacción adversa. Además, se les entrega un termómetro, un carné de vacunación y un diario para que registren cualquier reacción o síntoma.
“Se sabe que es una vacuna muy segura, pues ya se han hecho estudios fase II, en los cuales se comprobó que el medicamento tiene altos niveles de seguridad”, explicó Cortés.
Como sucede con las vacunas anticovid que ya se están aplicando en la actualidad, hay algunos efectos secundarios leves que ya se han identificado. Entre otros síntomas están la congestión nasal, el dolor de cabeza y de garganta.
Si el paciente no muestra ningún evento adverso, el ensayo clínico continúa con una segunda dosis de la vacuna, que se aplica a los 14 días.
Claudia Vaca, directora del centro de pensamiento Medicamentos, Información y poder de la Universidad Nacional, aseguró que para enfrentar la pandemia de coronavirus es fundamental combinar todas las formas de lucha, por lo cual celebró el hecho de que se estén probando nuevas tecnologías con este fin.
Vaca advirtió que en materia de vacunas hay dos retos a nivel global. Por un lado, lograr que las condiciones de refrigeración no sean demasiado rígidas, con lo cual se facilitan algunas condiciones logísticas como el transporte y el envío, por ejemplo, a zonas rurales dispersas. Una de las vacunas que cuenta con esa ventaja es la de Janssen, cuyo esquema solo requiere una dosis, que puede ser conservada en temperaturas de 2 a 8 grados celsius.
El otro reto es facilitar su vía de administración, que es una clara ventaja en las vacunas orales o intransales, pues no deben ser aplicadas necesariamente por personal con formación técnica o científica. “Tampoco requieren dispositivos especializados ni medidas de bioseguridad que sí implican otras vías de administración”, puntualizó Vaca.
Además, señaló que en los últimos años se ha reforzado la investigación en vacunas intranasales debido a que los virus respiratorios entran por la mucosa nasofaríngea. “Una de las primeras respuestas del sistema inmune está justamente en esa mucosa, en este caso particular a nivel del tracto respiratorio alto puede haber una señal de respuesta rápida en la producción de inmunoglobulinas”, señaló Vaca, refiriéndose a los anticuerpos que se encuentran en algunos de los fluidos del cuerpo. “Por eso, esta forma de administración intranasal termina siendo supremamente interesante. Los cubanos ya empezaron a investigar esto (ver Antecedentes)”, anotó la experta.
Además, contrario a las actuales, no protegerían solo a la persona vacunada de tener una enfermedad grave o morir por covid, sino que influirían en que, en caso de infección, no sean liberadas por el huésped suficientes partículas virales para infectar a otros.
Vaca concluyó que podrían ser complementarias a las vacunas que ya se están aplicando hoy, sobre todo porque ya la mayoría de la población se vacunó.
De hecho, de acuerdo con Cortés, se espera que los resultados de los ensayos arrojen que la vacuna tiene una eficacia de al menos el 60 % para proteger contra el virus. Y aunque a los pacientes se les hará un seguimiento de un año y ocho meses, se espera que haya resultados a los seis meses que permitan tramitar una Autorización Sanitaria de Uso de Emergencia (Asue), que es la que tienen las cinco vacunas anticovid que hoy se están aplicando a nivel nacional