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jueves, mayo 2, 2024
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La comunidad Sikuani en el Departamento del Meta

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Por: FRANKLIN MENESES SÁCHICA, Doctorante en Derecho – Docente Universitario – Experto en asuntos étnicos y culturales

 

En la búsqueda del reconocimiento de los pueblos indígenas así como de ese respeto que debe existir entre los pueblos voy a hablar de las comunidades que habitan esta tierra tan hermosa y llana así como diría el maestro Araucano “Hector Paúl” autor de obras celebres como “El ánima de Santa Helena” y el “Caporal y el espanto” – la tierra bravía.

Es que el llano es lindo es verdad pero no es para todo el mundo. Quién llega se enamora de sus paisajes, de los esteros, de las lagunas así como de la gran diversidad en flora y fauna que aún se mantiene constante a pesar del avance e influjo del modernismo y la urbanización.

Y no dejo atrás su gastronomía, su música aunque las generaciones presentes y venideras muy poco se identifican, así realicen mil días de llaneridad con los trajes además de los instrumentos del folclore nativo.

La cordialidad del llano y su acogimiento a todas las personas tanto nacionales como extranjeras no impide ver los misterios ocultos y sus leyendas.

Parte de esas mismas leyendas ha sido construida no solo por el colono y mestizo desde los siglos XVII, XVIII y XIX sino también de unos pueblos o comunidades que en algunos casos se consideran originarios y en otros aborígenes pero para la gente del común son los indígenas.

Así es, los muy conocidos indígenas, seres humanos como cualquier Colombiano u oriundo de la región Orinoquia.

Algunas personas les teme y hasta chismes llevan y traen respecto a ellos en especial su forma de ver la vida y su relación con la naturaleza así como sus costumbres.

Lo que la gente no sabe es que los indígenas son las personas más conocedoras y respetuosas del medio ambiente así como los recursos naturales. Aún presentan creencias en donde su religión mítica y mistagógica ve a la tierra y a la diversidad de especies animales como seres sagrados.

Contar con un indígena en medio de la llanura o la selva es un compañero de aventuras, un médico que sin ser graduado utiliza las mejores muestras herbarias para sanar o curar heridas y que te enreda con su dialecto, pero a la par cuando llegas al resguardo vas a ser el mejor invitado con un buen plato de sancocho de pescado o guarapo o la reconocida chicha que no les puede faltar.

Sus bailes, sus cantos y sus tradiciones alrededor de una fogata alegran el alma del colono viajero. Dialogando con ellos la mayoría llegan a la conclusión que no quieren conflictos con nadie, solo piden respeto por su territorio, por aquel pequeño terruño garantizado constitucionalmente hoy llamados resguardos y que les sea reconocido lo que desde la Conquista Española les fue arrebatado a sus ancestros, así como la identidad impuesta por los mismos colonos con el lenguaje, la religión y demás expresiones europeas.

En mis múltiples experiencias conocí una comunidad de la cuál va a ser la primera que voy a mencionar: Los Sikuaní.

Es muy común caminar en Villavicencio en ciertos sectores y verlos en diversos albergues desde el antiguo Enlaces así como en el Hogar Indígena constituido hace algún tiempo con ayuda de la Gobernación del Meta y de miembros de organismos y organizaciones internacionales.

Al respecto la Investigadora Luz Marina Castro Agudelo (1987) describe: “Se piensa que los Guahibo-Sikuani provienen de una migración que partió de las Guayanas. El extenso territorio de los llanos desde San Martín hasta Santa Rita, y Puerto Carreño en el Orinoco constituyó el extenso hábitat donde se desarrollaban las actividades de las comunidades Sikuani, que se desplazaban bandas errantes que recorrían la amplia sabana en busca de alimento y sustento” (Geografía Humana de Colombia. Región de la Orinoquía. Pág. 217.)

Lo cierto es como lo define la ONIC “El Pueblo Sikuani proviene de tres grandes familias: Chibcha, Caribe y Arawak. De la gran familia Arawak se desprenden cuatro tribus indígenas así: Los Ticunas, localizados en el Amazonas, Los Piapocos en el bajo Guaviare, Los Wayuu o Guajiros en la guajira así como los Guahíbos en los Llanos Orientales. El Guahíbo como familia lingüística integra a las comunidades indígenas Guayabero, Kuiba, Hitnü y Sikuani, ubicados en los Llanos Orientales, en los departamentos del Meta, Vichada, Casanare, Arauca y parte de los llanos venezolanos”.(Onic, 2023)

Los Sikuani no han sido censados según la Onic desde el año 2005 pero se calcula que su población abarca el 1.4% de la población indígena en Colombia. En cuanto su lenguaje practican el dialecto guahibo junto con el conocimiento del castellano. Generalmente en los lugares donde poco se habla el español cuentan con un traductor.

Según recopilaciones realizadas por el ministerio del Interior años atrás: “Uno de los rituales más importantes que marca el ciclo vital de la etnia es la ceremonia de iniciación y de bautizo denominada el rezo del pescado. El objetivo de dicha ceremonia es preparar a las mujeres jóvenes para la vida adulta. Otro ritual importante para los Sikuani es el Itomo, que hace parte del ciclo de ceremonias del segundo enterramiento. Dicho ritual es importante, incluso, por encima del ritual de la primera ceremonia, donde el entierro es sencillo y sólo interviene el Chamán. El ritual del Itomo permite perpetuar la presencia del difunto y se convierte en una actividad social importante”. (Onic, 2023)

En cuanto su economía “La pesca artesanal, la horticultura, la caza y la recolección de frutos silvestres constituyen sectores tradicionales de la economía de los sikuani. En la actualidad, se dedican a la agricultura de subsistencia en los denominados conucos abi, para las siembras de yuca brava, plátano, ñame, fríjol, batata, mapuey y piña. También siembran al lado de sus casas frutales como guama, mango, papaya, cítricos, condimentos y plantas medicinales”.(Onic, 2023)

Los Sikuani se encuentran muy conectados por toda la región de la Orinoquia especialmente en el Departamento del Meta. Es muy común que varios de los 13 resguardos establecidos desde el gobierno nacional se encuentren hoy entre el municipio de Puerto Gaitán y los limites del Vichada.

El legado de los Sikuani y el llamado urgente a la comunidad en general es a no ser vistos con discriminación así como no quedar en el olvido en donde los recuerdos solo reposan en anticuarios y museos esto se realiza preservando la cultura, rescatando la identidad así como la convivencia sana que debe existir entre unos y otros con el debido respeto por sus costumbres.

 

BIBLIOGRAFÍA TENIDA EN CUENTA:

– ACNUR. La lucha del pueblo indígena Sikuani en Colombia, por la pervivencia y su derecho ancestral al territorio. Ángela María Mendez. Mapiripan. Abril 2017.

– Castro Agudelo, Luz Marina. Geografía Humana de Colombia. Región de la Orinoquía. Pág. 217

– Ministerio de Cultura. República de Colombia. 200 años. Cultura es Independencia. Sikuani, entrañables defensores de su territorio. 2010

– Ministerio del Interior. República de Colombia. Caracterización de los pueblos indígenas. Pueblo Sikuani.

– Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los Pueblos Indígenas en Colombia. ADPI. Pueblo Sikuani.

www.onic.org.co – consultado 2023.

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