Ante el aumento de las precipitaciones en el departamento del Meta, Cormacarena refuerza su estrategia de prevención y hace un llamado a los entes territoriales, medios de comunicación y ciudadanía en general para unir esfuerzos en la reducción del riesgo de inundaciones y desbordamientos en zonas vulnerables.
La Corporación insiste en que una de las formas más efectivas de mitigar los impactos de la temporada invernal es la protección y restauración de ecosistemas estratégicos. Humedales, bosques, zonas de recarga hídrica y rondas de ríos cumplen una función fundamental en la regulación del agua. Invertir en la naturaleza es invertir en seguridad y bienestar para las comunidades.
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Entre las acciones clave que se promueven están la siembra de árboles nativos, el respeto por las zonas de ronda hídrica, la prohibición de construcciones en áreas de alto riesgo, y la limpieza constante de canales, quebradas y sistemas de drenaje. Cormacarena también hace un llamado a las autoridades locales a fortalecer sus planes de ordenamiento territorial con un enfoque ambiental preventivo.
De manera articulada con alcaldías, organismos de socorro y actores sociales, Cormacarena ha venido liderando jornadas de sensibilización comunitaria, monitoreo hidrometeorológico, seguimiento a puntos críticos y asistencia técnica en procesos de restauración y reforestación. La entidad reitera su compromiso institucional con la gestión del riesgo y el desarrollo sostenible en el territorio.
Prevenir no es solo una tarea ambiental, es un compromiso social e institucional. Cormacarena invita a todos los actores del territorio a sumarse a esta causa: fortalecer la relación con la naturaleza, actuar con responsabilidad y tomar decisiones basadas en el cuidado de la vida y del agua. El momento de actuar es ahora.