El Meta, y en especial su capital, Villavicencio conocida como la “Puerta al Llano”, se ha convertido en los últimos tiempos en uno de los destinos más visitados por los colombianos, y es que, a medida que los visitantes han experimentado más que la mamona como plato típico, el joropo como el baile tradicional, y sus morichales y llanuras como su paisaje autóctono, ha surgido la necesidad de que su oferta turística avance hacia nuevos atractivos que respondan a una demanda de producto turístico y servicios que estén al nivel de cualquier ciudad líder en Colombia.
Y de esta manera, parte de esta promoción de nuestras raíces, y en especial de la gastronomía metense, ha sido gracias a las investigaciones y el conocimiento profundo de nuestras cocinas tradicionales, de esos saberes y sabores ancestrales, que han sido transmitidos directamente de muchas de nuestras matronas a Yulián Téllez conocido como Yul, El Cocinero Llanero. Y él, desde su conocimiento profesional ha sabido modernizar la presentación de cada uno de nuestros platos sin perder la esencia y el sabor de las recetas de nuestro llano, cociéndolos en un solo lugar. Este homenaje a la cocina llanera y a sus técnicas de cocción, con productos locales se llama SALMA BY Yul, reconocido y recomendado entre los 25 mejores restaurantes del país por Tulio Recomienda, catalogado el mayor influencer de comida en Colombia.
“SALMA es un restaurante que hace homenaje al producto local, al productor, y definitivamente al campesino. Buscamos la manera de trabajar con productores que tengan sellos de cero deforestaciones, y con comunidades que realmente le apuesten al control ambiental. El 90% de los productos usados en nuestros platos son locales y frescos, es decir, no compramos mariscos ni pescados congelados. Siempre apoyando las comunidades, por ejemplo, traemos queso de Restrepo, cúrcuma de Puerto López, casabe de Puerto Gaitán, Café de Mesetas, chocolate de Lejanías, y así de varios municipios”, expresó Téllez.
“Usamos técnicas de cocinas tradicionales y técnicas de cocina de vanguardia o moderna. Su infraestructura hace un llamado al cuidado de la biodiversidad, por eso tenemos el color rosa presente en la mayoría de los espacios del restaurante, porque es uno de esos colores naturales que se están perdiendo por culpa de las amenazas. También contamos con nuestros murales de animales que están bajo amenaza como: el jaguar y el oso de anteojos, a los cuales les cuesta cada vez más reproducirse y vivir en su hábitat natural”, explicó Yul, El Cocinero Llanero.
Y es que, el restaurante no solo llama la atención por sus platos, y cócteles, sino por su ambientación, la cual cuenta con una gran cocina con enfoque de parrilla, y una ecoeficiente amigables con el medio ambiente. Esta última, una propuesta de Cormacarena. Además de su zona de pastelería, y de coctelería, se suman otros espacios más naturales al aire libre, e incluso una pequeña zona verde para esparcimiento de los niños.
El nombre del restaurante SALMA, evoca el amor por la familia y es la combinación de los nombres de los hijos de los socios. Además, salma en árabe significa “ideas de paz hechas con amor”, anotó El Cocinero Llanero.
Así, SALMA BY Yul se ha convertido en un restaurante muy sobrio, tranquilo y con un ambiente campestre, marcando la diferencia frente a los tradicionales kioscos, sitios en los que se degusta la comida llanera. Sus platos tienen la particularidad de encontrarnos con aquellos sabores ancestrales con presentaciones completamente vanguardistas.
“El plato mas vendido hasta ahora se llama “Arroz de Cola”, hecho con un arroz del llano, cremosito, que se hace con el caldo de la cola de la res, la cual se cocina, y se desmecha, luego de un proceso de ahumado. Se sirve prensado en forma de hamburguesita, con aguacate, y mazorca, ¡A la gente le encanta! …luego la Cazuela de Amarillo, que viene con trozos de queso campesino asado, y una salsa de harina de arroz y caldo de pescado, muy suave, y diferente al Amarillo a la Monseñor, la cual ¡Ha gustado un montón! Otros, han sido el Arroz Frito de Mamona, y Mamona Salma. Esta última asada en vara, y luego cocinada al vacío -queda blandita y con sabor a humo-, la cual se sirve con tungos, plátano maduro y ají de leche. Y, por último, la costilla llanera, dos trozos gigantes, que se sirven con puré de yuca y croquetas de plátano maduro”, concluyó Yul, El Cocinero Llanero.
/Redacción Llanoalmundo.com
