Hoy, el liderazgo está en constante transformación, y aunque no existe un estilo único ni un momento ideal para liderar, cada vez más se necesitan líderes que vayan a la velocidad que el mundo exige, que conduzcan a las empresas hacia el progreso y abran nuevos caminos de avance.
Actualmente, las organizaciones buscan líderes más humanos, que no solamente estén enfocados en la productividad (el hacer), sino que, se interesen también por la parte humana (el ser), es decir orientado hacia las personas. Un líder debe ser ejemplo, tener autocontrol y tomar decisiones. A la vez que inspire, acompañe, y que proyecte su equipo como de alto rendimiento.
Por años ha funcionado el liderazgo a través del poder y el miedo, y aunque en ocasiones es funcional, no es sostenible en el tiempo a la hora de obtener resultados y posicionamiento, por el contrario, lo que vemos son empresas con altos índices de rotación, y con plantas de empleados insatisfechos por las condiciones laborales, o por los ambientes de trabajo, resultado de un incorrecto estilo de liderazgo, lo que directa o indirectamente tiene implicaciones en la productividad.
Los empresarios deben contar con los líderes adecuados, y formados, para apoyar el crecimiento y la permanencia de la empresa en el mercado, bien lo decía Henry Ford, padre de la industria automotriz, “Sólo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan. No formarlos para que se queden». En la actualidad, un gran número de empresas han desaparecido por las crisis económicas, otras, están en el proceso y tienen prendidas las alertas ante el posible cierre de sus puertas por factores que direccionan en un buen porcentaje a la falta de formación de su capital humano, lo que acarrea que, cuenten con empleados o colaboradores que han sido convertidos en líderes sin querer realmente asumir el cargo, y otros que quizá creyeron que estaban preparados cuando realmente no lo estaban.
Teniendo en cuenta lo anterior, ya es hora, de que las empresas a través de sus gerentes, coordinadores, y jefes de personal, vean los beneficios de la formación continua de su talento humano, y transformen los viejos estilos de liderazgo, desarrollando habilidades en éste, pensando en los entornos actuales, los cuales son más competitivos, cambiantes y globalizados. Es por ello que, se necesitan más y mejores líderes.
Hoy debemos cuestionarnos, ¿Nuestra empresa cuenta con líderes que inspiran, motivan y acompañan? …recuerda que “Un líder formado es un embajador de inspiración”.
Por: Héctor Andrés Pedraza Alcántara, Psicólogo – Coach Personal Y Ejecutivo
